Entrada nº 184
Patoruzito: 65 años de Correrías
En el día de la fecha se cumplen 65 años de la creación de la versión infantil del legendario (y ya octogenario) cacique Patoruzú. 65 años han pasado desde que Dante Quinterno decidiera publicar una revista de historietas que marcaría un hito editorial en nuestro país.
Nace una pequeña leyenda
Ubiquemos al personaje en la época en que nació: 11 de octubre de 1945, año clave en la historia moderna (tanto argentina como mundial). La Segunda Guerra Mundial había llegado a su fin hacía apenas un mes; y faltaban apenas seis días para que la Plaza de Mayo fuera testigo de los eventos del 17 de octubre (si, ése 17 de octubre). Pocos días después se fundaría la Organización de las Naciones Unidas, organismo internacional con el cual se crearía un nuevo concepto de la visión del individuo en el mundo.
En el cine uno podía vivir aventuras con El capitán Kidd u horrorizarse con El ladrón de cadáveres (una de las primeras películas de Robert Wise) y El retrato de Dorian Gray, así como los chicos podían reír y maravillarse con el Pato Donald en Los Tres Caballeros. Fue el año que vio nacer, entre otros, a los músicos Rod Stewart, Bob Marley y Eric Clapton, a la actriz Helen Mirren, y en el mundo del 9º arte, al dibujante Milo Manara. También fue el año que vio morir a Anne Frank, Franklin Delano Roosevelt, Benito Mussolini y Adolf Hitler. 1945 fue también testigo de la entrega del Premio Nobel de Literatura para Gabriela Mistral, y del dictado de la famosa conferencia de Jean-Paul Sartre: “El existencialismo es un humanismo”.
Como pueden ver, era una época de grandes cambios en todo el mundo, y no pasó desapercibido por los habitantes de este país que, aunque uno lo piense de otro modo, no está tan alejado del resto del mundo. Las nuevas ideas están a la orden del día, y muchas de ellas son demasiado diferentes como para convivir: el capitalismo, el comunismo, el anarquismo, el nacional-socialismo y el fascismo (los nazis y los facistas); el auge de Estados Unidos y la Unión Soviética, responsables del nacimiento de un mundo bipolar que durante los siguientes 40 años mantendrán al mundo en vilo mediante la Guerra Fría. Y en nuestro país, esas ideas estarían enmarcadas por las cotidianas disputas políticas, acentuadas por años de democracias fraudulentas y dictaduras militares que se sucedían constantemente, y que ahora perfilaban entre los bandos de los empresarios y políticos conservadores que querían frenar como sea a las clases trabajadoras que eran fuertemente seducidas por las nuevas ideas sociales, económicas y laborales que proponían Juan Domingo y Eva Duarte de Perón.
Dante Quinterno ya era un dibujante talentoso y un editor consumado. Patoruzú, su personaje estrella, tenía revista propia desde 1936, la cual agotaba ediciones semanales de 300.000 ejemplares. Tomando en cuenta que cada revista podía ser leída por 4 o 5 personas, y que la población de Argentina era de casi 15 millones de personas, se puede decir que su influencia entre el público era importante. Y dicho éxito se acentuaba con los Libros de Oro, que aparecían en los últimos días de cada año, y que alcanzaban tiradas de ¡casi 2 millones de ejemplares!
Ante tamaño éxito, era obvio que Quinterno soñaría con crecer a nivel editorial, y lo hizo, pero con una diferencia pequeña, pero importante: mientras que Patoruzú era una revista de humor para toda la familia, de formato apaisado (18 x 28 cm.) y con un espacio propio para notas de actualidad, cuentos y humor escrito, Patoruzito sería una revista más interesada en el público infantil, con un formato más cercano al de los álbunes gráficos (23 x 29 cm.) y con un contenido 100% historietístico.
Durante los meses de agosto y septiembre de 1945, aparecen varias publicidades en la Patoruzú, anunciando la inminente aparición de los puestos de revistas de la nueva publicación:
Como se puede adivinar al leer la publicidad, el nuevo personaje no es una versión infantil del cacique tehuelche. Lo que uno puede suponer es que Quinterno quería crear una nueva versión de su personaje, que abordara sus aventuras y peripecias con una actitud más inocente y tierna; el universo de Patoruzito es contemporáneo al de los lectores, igual que el de Patoruzú.
Ya en el 1º número aparecen los protagonistas de la historieta principal, la que le da nombre a la revista: Patoruzito e Isidorito.
De a poco, también van apareciendo los personajes secundarios: Ñancul y la Chacha Mama, que son tan jóvenes (o tan viejos, no sé) que en Patoruzú; Pamperito, el fiel potrillo del caciquito, y el Capitán Cañones, el cual si es joven y menos gruñón (aunque no tanto) respecto al anciano e irascible coronel Urbano Cañones que cela permanentemente a su botarate sobrino Isidoro.
Ya en el número 2 aparecen los “villanos” recurrentes de la historieta: el brujo Chiquizuel y su sobrino Chupamiel.
Estos dos personajes son el ejemplo perfecto a la hora de señalar otra diferencia importante entre Patoruzú y Patoruzito. En la primera, la acción suele transcurrir en Buenos Aires o en los lugares más fantásticos y aventureros del mundo, y los villanos llevan características que hoy en día pueden ser considerados xenófobos: los personajes de facciones orientales son crueles en extremo, de aspecto demoníaco y traicioneros como pocos; los europeos, astutos y sádicos; los islámicos, intolerantes e irascibles, y los judíos, avaros y mezquinos. En cambio, en Patoruzito, la mayoría de las aventuras (de las buenas aventuras) transcurren en la Patagonia, y los personajes que podemos calificar como “malos” son de rasgos argentinos, con más aspecto de compadritos y atorrantes que de verdaderos villanos. Además se explora más el universo cercano al caciquito, especialmente con la aparición de Chiquizuel, que suele contar con la ayuda ocasional de otros indígenas (tehuelches o de otros pueblos originarios) a la hora de elaborar sus planes para complicarle la vida a Patoruzito.
El éxito crece
Patoruzito aparecía semanalmente los días jueves, con 32 páginas de historietas, de las cuales las tapas y las páginas centrales (donde estaba el caciquito) eran a todo color. La revista se completaba con un staff de destacados dibujantes e ilustradores que crearon a muchos de los personajes clásicos de la historieta nacional en estas páginas.
Mirco Repetto escribía la mayoría de los guiones de Patoruzito, además de dirigir la revista, al tiempo que respetaba la continua supervisión de Quinterno. Los otros guionistas de la historieta fueron Mariano Juliá y Laura Quinterno (hermana y continua ayudante del dibujante). Los dibujos corrían a cargo de Tulio Lovato, el cual dibujaba con precisión, respetando el “estilo Quinterno” que exigía la historieta.
Otras historietas fueron apareciendo con el tiempo, y al igual que Patoruzito, eran continuadas, es decir, seguían a la semana siguiente, dejando en suspenso la acción con el consabido y estresante “continuará”:
· Langostino, el navegante independiente: considerado el personaje más importante de Eduardo Ferro, sus aventuras con tinte fantasioso a bordo de su querida “Corina” fueron uno de los pilares de la revista.
· Vito Nervio, con guión de Mirco Repetto y dibujos de Emilio Cotinas. Años después crecería en popularidad con la incorporación de Alberto Breccia en la faz gráfica.
· El Gnomo Pimentón: Creada por Oscar Blotta para Patoruzú, se mudó de revista y permaneció en Patoruzito durante casi 15 años.
· Rinkel el Ballenero, de Tulio Lovato. Otro muestra del talento de este dibujante.
· Hernán el corsario: Otra adquisición de Patoruzú, ya que había sido publicada entre 1936 y 1942. Esta obra maestra de la literatura, adaptada por José Luis Salinas, fue republicada con modificaciones en sus viñetas.
· Mangucho y Meneca: creada por Roberto Battaglia, era una de las pocas historietas cómicas de la revista.
Además se publicaron historietas extranjeras, entre ellas Flash Gordon y Rip Kirby de Alex Raymond; Capitán Marvel Jr., de Mac Raboy; Cisco Kid, de José Luis Salinas; Connie, por Frank Godwin, etc.
Con los años, Patoruzito llegó a ser tan popular como Patoruzú, y emulando el éxito de su predecesora, sacó a la venta tres Libros de Oro entre 1955 y 1958. Sin embargo, no todas son buenas noticias: en 1952, un incendio quemó los bosques de Finlandia que proveían de papel a buena parte de la industria editorial argentina. Ante el desmedido aumento del precio del papel, Patoruzito debió reducir el número de páginas por número y achicar el formato de la revista, así como también debió alterar la presentación de sus historietas: más texto, menos dibujos (aunque más detallistas) y en blanco y negro.
Del ascenso al ocaso
En octubre de 1956 salió a la venta Las grandes Andanzas del Indio Patoruzú, que republicaba las historietas completas que aparecían en Patoruzú. Repitiendo la premisa, la editorial volvió a triunfar en diciembre de 1957 con el nº 1 de Correrías de un pequeño gran cacique Patoruzito. Esta revista reeditó en blanco y negro los episodios aparecidos a color en Patoruzito, hasta que a principio de la década del ’60 empezó a publicar material nuevo. Esta política duró hasta 1976, cuando Quinterno decidió cesar la producción de historietas en la editorial. Desde entonces, la revista reedita parte de los episodios más conocidos, ahora con el título de Selección de las mejores Correrías de Patoruzito. Al día de hoy ha superado los 850 números, de los cuales, más de 500 contienen material repetido.
En enero de 1958 salió una nueva revista con material recopilatorio, con el título Ediciones Extra Patoruzito, en la cual se republicaron episodios de Cisco Kid y otros títulos de la revista. A pesar de lo esmerada de la publicación, fue cancelada luego de apenas 6 números.
Sin embargo, otros vientos soplaban en el mundo del 9º arte. Revistas como Hora Cero y Frontera ofrecían otro modo de lectura, más orientado al público adulto y con un lenguaje más humano, cargado de situaciones realistas y dramáticas. Héctor Germán Oesterheld con Sargento Kirk, Ticonderoga, Ernie Pike y El Eternauta marcaron la tendencia de los siguientes años, consistente en ofrecer un material de lectura más maduro.
Así, tras 892 números, Patoruzito dejó de publicarse el 31 de enero de 1963. En mayo de ese año volvió a publicarse en formato de libros de bolsillo (14 x 19,5 cm., 196 páginas) de periodicidad mensual, publicando episodios autoconclusivos de Patoruzito, acompañado de material casi totalmente extranjero.
Esta etapa no fue tan exitosa como la anterior; pocos años después la revista cambió su formato (19,5 x 28 cm., 100 páginas), pero no fue suficiente para mantener el interés en el público, por lo cual fue cancelada en 1969.
El 26 de marzo de 1971 Patoruzito volvió a los quioscos con la revista didáctica Patoruzito Escolar. Similar en muchos aspectos a Billiken y Anteojito, fue un nuevo fracaso editorial.
¡Luz, cámara… acción!
Con los años, Patoruzito continuó en el mercado con sus reediciones, sin ofrecer innovaciones ni ninguna iniciativa para volver al estrellato, con la única excepción de un corto animado producido en 1987, creado para anunciar la hora en que los chicos deben ir a dormir (si quieren verlo, deben hacer click AQUÍ).
A mediados de los ’90 surgieron varios intentos serios para llevar al caciquito al campo de la animación. El dibujante Juan Grillo y Productora Aguafí S.A. crearon dos cortos animados (El templo, con Patoruzú y El cazador, con Patoruzito) con la intención de crear una serie de animación en Estados Unidos con ambos personajes. Mark Hamill fue el elrgido para dar su voz en inglés a Patoruzú, doblado al castellano por Jorge Sassi. La idea era estrenar la serie en 1998, pero el proyecto quedó trunco.
En 1999 comenzaron los preparativos para crear un largometraje de Patoruzito, usando lo más avanzado en animación y producida por Patagonik Group (en aquel entonces estaban estrenando Los Pintín), con la intención de estrenarla en 2001, con un avant premiere en el Teatro Colón. Pero este nuevo proyecto se fue postergando con el tiempo.
Recién en 2003, poco después de la muerte de Quinterno, la película comenzó a producirse, estrenándose en cines el 8 de julio de 2004. Aunque tiene sus falencias argumentales, la animación excede los estándares habituales en cuanto a producción argentina; incluso luce algunas secuencias de arte digital, algo novedoso en nuestra industria en aquel entonces. La taquilla respondió a las expectativas que originó el film: 2.600.000 personas vieron Patoruzito.
Ante tal éxito, Patagonik Group se acocó a realizar una secuela, y también un largometraje animado de Isidoro y una película en animación computarizada de Patoruzú; pero de estos proyectos, Patoruzito 2: La gran aventura apenas cumplió con las expectativas del público, Isidoro fue destrozada por la crítica especializada, y la película de Patoruzú quedó interrumpida indefinidamente debido a varios desacuerdos económicos entre Los Tehuelches S.A. (la editorial que administran los descendientes de Quinterno y actual poseedora de los derechos de los personajes) y Patagonik Group.
Patoruzito en la actualidad
En 2006, Clarín publicó el primer episodio de Patoruzito junto a tres de las mejores correrías en un tomo recopilatorio de la Nueva Biblioteca Clarín de la Historieta; el cual hoy comienza a ser difícil de conseguir debido a la calidad de los episodios recompilados ahí.
La última incursión editorial la inició en enero de este año con la creación de la Colección Clásicos en Colores de la Editorial Perfil. Fueron doce títulos con episodios originales de Correrías de Patoruzito, coloreados por computadora para hacerlos atractivos al público actual y respetando los guiones originales (es decir, sin el aggiornamiento necesario para mantener los diálogos con modismos y términos geográficos y culturales actuales), y las historias elegidas tenían en común el mismo número de páginas: 62 en formato apaisado, agrupando 124 tiras en total. El resultado fue desparejo, ya que algunas de estas aventuras debieron ser recortadas por los responsables de la publicación, mutilando parte del argumento original. Otro error grosero fue que incluyeron en cada libro los nombres de los coloristas y editores de estos libros, pero no lo hicieron con los guionistas y dibujantes originales, ignorando así el esfuerzo de quienes trabajaron con Dante Quinterno para crear estas historias.
Lo que sí es cierto es que Perfil amplió la colección con otros doce títulos a partir de agosto, los cuales están saliendo en los quioscos semanalmente. Si la editorial continúa en el futuro sacando más libros de Patoruzito, o se lanza con títulos de Patoruzú o Isidoro, no hay seguridad de que vaya a respetar el espíritu original de dichas historietas, con el riesgo de traicionar el legado de quienes realizaron estas historietas.
Lo que sí importa es que hoy es el aniversario del caciquito, y les dejo para celebrar la dirección de la página Releyendo Historietas que contiene la primera historieta completa.
¡Y muchas felicidades!
1 comentarios:
- No creo que la cancion de patoruzito para ir a dormir sea de 1987 como decis. Alguien tiene mayores presiciones de este tema ( quien lo grabo, en que año, con que instrumentos, etc. ) Me interesa sacarme algunas dudas sobre esto. Gracias y saludos a todos.
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